miércoles, 18 de agosto de 2010

Quien ama intensamente, muere un poco todos los días....: del valor de las palabras

Quien ama intensamente, muere un poco todos los días....: del valor de las palabras

del valor de las palabras

Palabras sacan palabras….

Si cada vez que he dicho una palabra de la cual me he arrepentido esta se transformara en dinero, no trabajaría nunca mas en la vida, aun así gastase millones diariamente.

El problema de esto es que hasta hace poco siempre pensé que las palabras solo eran eso, palabras, y que no había posibilidad de encontrarme en la encrucijada de tener que interpretarlas mas allá de lo obvio y de justificarlas para poder dar una respuesta satisfactoria a lo que quiero creer.

Hace unos días, husmeando donde no me corresponde, leí algo que abrió mis ojos hasta no poder contener las lágrimas, era una afrenta a todo lo que alguna vez creí como mío.

Cuando el respeto se pierde en el decir, te da la libertad de perderlo en el hacer. Como es eso?

Fácil.

Te lo explico con un ejemplo.

Una vez estando aun en la universidad, un cirujano vino a ver a un paciente que estaba a mi cargo. El quería hacer la curación de este paciente, por lo que me pidió “amablemente” que lo asistiera.

- Oye weón, tráeme una caja de curación, a lo que respondí con silencio, sin inmutarme y sin hacerle caso.

- Oye po weon muévete, viste que tengo que hacer…. Nuevamente me quedé ahí sin responder nada y sin hacerle caso.

Ya la furia del individuo se había desatado y fue directo hacia mi a increparme verbalmente, y me dijo:

- Tu sabis quien soy yo?, no te dai cuenta que soy el doctor y te estoy mandando!!!...

Le respondí:

Si se quien es, y le voy a pedir que no me trate mas de weón, porque hasta donde sé no nos conocemos, ¡y con esa actitud, me esta dando pié para sacarle la madre si quiero y no tiene derecho a decirme nada!

Dicho esto, me miró, me preguntó el nombre y me pidió por favor si podía traerle la caja de curación, lo cual hice sin ningún problema.

Si me hubiese dejado apabullar, probablemente habría limpiado el piso con mis despojos de estudiante, así como estaba acostumbrado a hacer con el resto del personal que no era capaz de enfrentársele y corrían despavoridos cada vez que llegaba este cirujano a la sala

Por lo mismo si te insulto de broma y lo aceptas, me das pié para hacerlo en serio

Si me dices obscenidades y las acepto, es porque no me molesta en lo mas mínimo y estoy dándote el pie para que las digas y las hagas porque no me molestan.

Si te digo amor, es porque te amo, no porque me haya equivocado.

viernes, 2 de abril de 2010

Vivir, vida


Las puertas del cielo se cerraron nuevamente y aun no logro entrar para la redención de mis ideas. Alocadamente sucumbo en el intento de ir y venir, pausada y abruptamente, con claridad y con locura.

La necesidad de sentirme vivo ha hecho que mis días sean cada vez mas intensos, pasionales, llenos de un millón de sabores y olores que hasta hoy nunca reconocí que existieran.

A veces, cuando el agua de lluvia se desliza por el parque y vuelve hacia la tierra en su cause natural, me pregunto si no es exactamente lo mismo que hacemos todos los días los seres humanos con nuestra vida. Nos deslizamos caprichosa y suavemente entre los guijarros de vida que interrumpen nuestro tránsito, y los mojamos de nuestra esencia, marcándolos para siempre con nuestra vida, sin prestarles atención. Seguimos en nuestro camino y nos importa muy poco qué o quien se ha cruzado en nuestro deslizamiento hacia el cause natural.
Al mismo tiempo, mientras vamos moviéndonos a través de la superficie de la tierra, vamos dejando en nuestro paso parte de nosotros que nos hacía mas intensos, mas fuertes, mas directos, y ya nuestro tránsito disminuye velocidad y perdemos fuerza en el camino sin darnos cuenta.
Nos sentimos agotados, desalentados, cada momento es mas y mas pesado en nuestro andar, hasta que la última gota de nuestra vida se consume, y al mirar atrás te das cuenta que solo has dejado en tu paso un sendero de humedad que pronto se secará y ya no habrá rastro de ti...como decía Machado, " se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar"....
sin embargo, siempre puede empezar a llover nuevamente.....

sábado, 17 de octubre de 2009

De veinte poemas de amor.....uno es tuyo



No encontraba palabras precisas que pudiesen describir y describirte mejor. Busqué ayuda por los confines del mundo sin lograr un resultado positivo, me hice amigo de las estrellas y del viento del sur. La estrella del norte hasta tuvo celos de mi búsqueda sin sombras, hasta que en un recodo de mi corazón, recordé que hace unos años, un hombre enamorado compuso algunas palabras para nosotros, sin saber que lo hacía para mi y para ti.

Amor, te dedico estas líneas, no son mías, pero representan en su magnitud desde el ápice hasta la alta copa del árbol de la vida, vida que quiero compartir contigo a pesar de todo y de todos.


Poema 14

Juegas todos los días con la luz del universo.

Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.

Eres más que esta blanca cabecita que aprieto

como un racimo entre mis manos cada día.

A nadie te pareces desde que yo te amo.

Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.

Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?

Ah déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías.

De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.

El cielo es una red cuajada de peces sombríos.

Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.

Se desviste la lluvia.

Pasan huyendo los pájaros.

El viento. El viento.

Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.

El temporal arremolina hojas oscuras

y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.

Tú estás aquí. Ah tú no huyes

Tú me responderás hasta el último grito.

Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.

Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.

Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,

y tienes hasta los senos perfumados.

Mientras el viento triste galopa matando mariposas

yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.

Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,

a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.

Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos

y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.

Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.

Hasta te creo dueña del universo.

Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,

avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.

Quiero hacer contigo

lo que la primavera hace con los cerezos.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Poemas Póstumos 3

Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas

Noche y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo

Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro lo haces rey coronado por tu mano